12.6.11

Bomba Texto Número 2, según Martín Graziano


Texturas en la Vieja Estación

No hay nada menos interesante que ver a un periodista escribir su crónica. Nada. No da para una película, un corto, siquiera un mero videoclip. La sinopsis sería tan absurda como esto: es la historia de un hombre sentado y tecleando. Como diría Octavio Paz, "ensimismado en su árida pelea!". Fin. Nada más para contar. Sin embargo, ahí está el cronista, en el rincón que la organización del Bomba Texto dispuso para su tarea. Aquí está.
Por fortuna, la segunda edición del Bomba Texto tiene algunos ases en su manga. Bomba Texto es, desde luego, el ciclo cultural que organizan el estudio Beat64 y Cronopunk el tercer domingo de cada mes en la Vieja Estación de 17 y 71. Al fin y al cabo, es una intervención dentro de una intervención. Primero fueron los vecinos del Meridiano V, del barrio. Es decir, el mejor cielo de todo el condado y los bares más frecuentados de la noche. Luego, estos muchachos tomando cada espacio de este lugar como si fueran un grupo comando dispuesto a derrocar cualquier gobierno que no sea el de los sentidos.
Como siempre, el menú tiene una feria de discos, de revistas independientes y un catálogo exquisito de libros argentinos. Esta vez, la sección "La lente en foco" tiene las fotografías de Fernando Manino. Un rompecabezas en vivo y ruidos de la era de los festivales. Por allí está el Indio Solari haciendo su pivoteo de stage, Andrés portando con elegancia su Telecaster y un bajista misterioso de espaldas a la cámara, recortado en el haz de luz (no, no es Skay). Por los pasillos de la estación, además del mate y la cerveza Hermanos & Brothers, corrían los rumores y los niños.
-Nunca vieron una máquina de escribir?
-No, cómo funciona?
-Este martillo entintado tiene la capacidad de escribir.
-Uh.
A las 18:30 el mundo de Bomba Texto empezaba a plegarse como la cola de un pavo real. Acá llegó Javi Maldonado. Sin embargo, también está en la sala de proyección, hablando desde la entrevista que le hicieron los Cronopunk en su depto de Las Cañitas. También está en la tapa de su disco Musas Domésticas en el Meridiano V. En unos minutos estará sobre el escenario, abriendo su concierto con "Rumbo al rosedal" y una versión con acento acústico de su banda: el propio Maldonado en guitarra, Teo Caminos, Legui y Ale Lorca.
Al mismo tiempo, unos muchachos se detenían en el espacio "Cuadro dentro de cuadros". Esta vez dedicado a la historieta de Leo Gauna. El protagonista es un mimo paradógico, capaz de hacer stand-up. Es este: (ver imágenes de los escritos de Martín Graziano)

Ahora el que escribe es Dante, un chico de 8 años que quedó encantado con mi Remington:
-hola soy dante.
Javier Maldonado promedia su concierto y el Bomba Texto llega a su pico de convocatoria. Todo parece indicar, se trata de un éxito. Maldonado baja del escenario y se acerca.
-Cómo te sentís después de cada show? Posta, eh.
-En cada show hay una liberación de energía que te deja cansado, liberado. Siempre es variable en relación al lugar y circunstancias generales, pero el cansancio y la entrega no suele variar. Con los años cada día me siento mejor, en todos los sentidos del oficio, y eso me lleva a proseguir con cada show y cada evento.
-De qué habla el recitado de Ansiedad?
-La canción Ansiedad está escrita en el parque Saavedra, para ser escuchada ahí con auriculares. El recitado habla de estar ahí y ver los niños del hospital, el lago y las milimétricas montañas de tierra, las hormigas y la naturaleza del parque, mezclado con sentimientos de ansiedad, de noche y de poesía.
-Tu próximo disco, hablará de amor?
-No lo sé. Estoy escribiendo nuevas canciones pero aun no estoy en un rumbo fijo como para aventurarme a jugarme por algo. Soy algo lento con la composición, me cuesta componer. Por lógica consecuencia me cuesta pensar en un nuevo LP ahora, a sólo 6 meses de haber editado Musas domésticas en el Meridiano V.

Bueno, sólo queda el periodista terminando su crónica. Por fortuna, ya termina. Ahí está.
Aquí está: terminó.

Bomba Texto agradece a Martín Graziano por haber prestado sus ideas y su creatividad para escribir en vivo una crónica del evento.

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